¿Cómo se determina la verdad en la ciencia?
En el siglo XVII con las aportaciones de René Descartes que en occidente se comprende que existe la posibilidad de desvelar la verdad a partir del Método Científico; con este principio es que se desarrolla la ciencia como tal, al centrar su búsqueda en la “Verdad Científica” en el método. Principalmente en ordenar dicha investigación según un método que contiene cuatro reglas y que expone en su libro titulado Discurso del Método:

1. Evidencia: afirmar como verdadero sólo aquello que se revele evidentemente como tal al pensamiento. Es evidente aquello que ya no admite duda alguna porque ha sido “visto” clara y distintamente. 

2. Análisis: reducir lo complejo a sus partes más simples para conocerlo correctamente. 

3. Deducción: otorgar a la operación racional deductiva el peso de la investigación; así, hallaremos las verdades complejas por deducción a partir de las simples. 

4. Comprobación: comprobar si lo descubierto por la razón ha sido hallado de acuerdo a las reglas anteriores. 

Karl R. Popper
Según Los estudios de Karl R. Popper que iniciaron a principios de la década de 1930, centrando sus preocupaciones en el falsacionismo de las teorías científicas, porque de acuerdo con él, es en la posibilidad de que un planteamiento teórico sea refutable (que no sirva para responder a todas las preguntas) donde se encuentra la veracidad del mismo. 
¿Cuál es la verdad para el falsacionista? La verdad no tiene dimensión objetiva, material, es un proceso de avance, cada vez vas descubriendo cosas, vas disminuyendo la ignorancia. La verdad es todo ese proceso. Popper propone un método científico de conjetura por el cual se deduce las consecuencias observables y se ponen a prueba. Si falla la consecuencia, la hipótesis queda refutada y debe entonces rechazarse. En caso contrario, si todo es comprobado, se repite el proceso considerando otras consecuencias deducibles. Cuando una hipótesis ha sobrevivido a diversos intentos de refutación se dice que está corroborada, pero esto no nos permite afirmar que ha quedado confirmada definitivamente, sino sólo provisionalmente, por la evidencia empírica. 


PASOS PARA LA VERDAD 
  • Observar 
  • Definir el problema 
  • Recoleccion de información 
  • Formulación de hipótesis 
  • Experimentación 
  • Análisis de la investigación 
  • Conclusión 


RELACIÓN ENTRE CONOCIMIENTO Y PRÁCTICA
El conocimiento se define como una “técnica o procedimiento para la comprobación de un objeto cualquiera ; Un conocimiento es tal en cuanto subsiste la posibilidad de la comprobación, que puede tener varios grados de eficacia; cuando la eficacia de la comprobación decae o se anula, las técnicas de comprobación pierden su rango de conocimiento” (DE SOUSA: 2008; 55). La teoría constituye un conjunto de leyes, enunciados e hipótesis que configuran un corpus de conocimiento científico, sistematizado y organizado, que permite derivar a partir de estos fundamentos reglas de actuación. 
En educación podemos entender la práctica como una praxis que implica conocimiento para conseguir determinados fines. La práctica es el saber hacer (Clemente, 2007, p. 28). 
Existen numerosas clasificaciones que dan cuenta de la pluralidad de los conocimientos 
profesionales y varían según los paradigmas de investigación y las disciplinas que las han generado: pueden ser teóricos y prácticos (Tardif, 2004). 
La relación teoría-práctica educativa constituye un eterno problema, al que a lo largo de la historia se le han dado dos tipos fundamentales de respuesta enfrentadas: el enfoque científico-tecnológico y el hermenéutico- interpretativo (Álvarez, 2012, p. 34).
ENFOQUE CIENTÍFICO-TECNOLÓGICO
En el marco de las relaciones teoría-práctica se trataría de un modelo “de ciencia aplicada” según el cual el conocimiento debe guiar las decisiones prácticas, dejando a ésta a la expectativa de lo que dicte la teoría. Braga (1994: 78)
ENFOQUE HERMENÉUTICO- INTERPRETATIVO
Este enfoque reside en la comprensión más que en la explicación, al preocuparse de las interacciones y negociaciones que se producen en las diferentes situaciones sociales (Braga, 1994: 82).
Atienza (1993: 216-217) confía en una línea de trabajo compartido entre investigadores y profesores, cuando afirma que: “el trabajo compartido entre los teóricos y los prácticos supone que entre unos y otros no hay jerarquías, la práctica interroga a la teoría y viceversa y de alguna manera, cada una de ellas se convierte en campo de aplicación de la otra”.
En conclusión tanto la teoría depende de la práctica como la práctica de la teoría. A través del trabajo práctico se logran comprobar ciertas teorías.
RELACIÓN ENTRE SUJETO Y OBJETO
El Sujeto es el elemento de la relación que, en su acto de conocer, recibe las imágenes del mundo, las procesa y las explica a través del lenguaje y genera un juicio. La noción de sujeto se puede entender en dos dimensiones, amplio y estricto. En sentido amplio se entiende al sujeto como al hombre en su “entera naturaleza”, sus sentidos, sus facultades, es decir, lo que compone al hombre en su conjunto, que es el que conoce. En el sentido estricto, la noción de sujeto hace referencia al “mundo interior” del hombre, es decir, al “centro al que se le imputan la conciencia y a los actos intelectuales del hombre”; por ello el sujeto, epistemológicamente hablando, “es lo que subyace al hombre, es decir, lo que se considera su ser más íntimo y profundo “ .
El Objeto, el otro elemento que compone la relación, se puede entender como “lo que yace ante esa intimidad del hombre o está puesto ante ella de modo que pueda ser conocido”. Asimismo el objeto goza de dos sentidos, amplio y estricto. En sentido amplio, el objeto de conocimiento en su conjunto es el “mundo exterior”, dotado de una existencia independiente del pensamiento del hombre. En sentido estricto, el Objeto, “no es la cosa o fenómeno parte del mundo exterior conocido, sino lo que hay de inteligible en esa cosa capaz de ser percibido y captado en el acto de conocimiento”.

En cuanto a la relación entre Sujeto y Objeto, se podría afirmar que está constituida por el acto cognoscitivo. De allí que esta relación surge como un problema epistemológico y, por lo tanto, se dan diferentes respuesta a dicho problema, pues las lógicas diferentes de concebir la relación dan origen a distintas formas de entendimiento de ésta, así mismo la crítica, que se basa en ésta relación, en tanto se entiende al sujeto como quien establece la crítica y a la sociedad se le otorga la categoría de objeto. Esta concepción que separa al sujeto del objeto es visible en los planteamientos de Karl Popper.
RELACIÓN CONOCIMIENTO PRÁCTICO Y EL HOMBRE COMO SUJETO EN EL PROCESO
El sujeto, como el elemento de la relación que, en su acto de conocer recibe las imágenes del mundo, las procesa y explica a través del lenguaje y genera un juicio. La noción de sujeto se puede entender en dos dimensiones, amplio y estricto. En sentido amplio se entiende se entiende como sujeto al hombre en su “entera naturaleza” sus sentidos sus facultades, es decir lo que compone al hombre en su conjunto, que es el que lo conoce (Alejandro, 1974,p, 26)
El aprendizaje como resultado de la interacción sujeto-objeto
En la relación sujeto-objeto, el sujeto en su proceso de conocimiento transforma los datos concretos procedentes de la fase sensorial (concreto-sensible) de la realidad objetiva, en abstracciones y generalizaciones teóricas mediante el pensamiento lógico. Después vuelve a transformar esas generalizaciones en objetos y fenómenos concretos en forma de verdades concreto-pensadas, esto es, concreto conocidas. Ello es lo que permite actuar sobre la realidad a través de la práctica social transformadora, la cual siguiendo a Marx se constituye en base, fin y criterio de la verdad. Hace así posible el conocimiento integral del objeto, en su expresión fenomenológica y esencial. Es evidente que el proceso del conocimiento discurre de lo concreto a lo concreto y de una práctica a otra práctica.
Procede aceptar que la verdad es objetiva porque está contenida en el mundo exterior al sujeto y es subjetiva porque solo puede darse en el sujeto cognoscente. Dicho de otra manera, la verdad es objetiva y concreta en su contenido y subjetiva y abstracta en la forma en que la refleja o refracta la conciencia.Tanto el objeto como el sujeto (ambos de cognición, valoración y práctica transformadora) están entramados por la praxis multidimensional humana, a cuyo través se ponen en contacto gnoseológico, axiológico y praxiológico.

La práctica se concreta en la inquisición del objeto. "En realidad la necesidad del conocimiento surge de los problemas que plantea la práctica. Es errónea la concepción pedagógica de que debe conocerse a profundidad la teoría antes de enfrentarse a la práctica clínica, también que la ciencia es un prerrequisito para la práctica médica. En mi opinión la forma idónea para la enseñanza de la clínica es directamente, todos los días, con las realidades que nos plantean los enfermos, mediante la integración docente asistencial". 
FUNCIONAMIENTO DE LOS ELEMENTOS DEL CONOCIMIENTO
EL SUJETO SE PONE EN CONTACTO CON EL OBJETO 
El propósito de la epistemología, bajo esta concepción, seria distinguir la ciencia autentica de la pseudociencia (Hessen, 1970: 70), diferenciar la investigación profunda de la superficial, separar la búsqueda de la verdad de solo modo. También debería ser capaz de criticar programas y proyectos y aun resultados erróneos, así como de sugerir nuevos enfoques promisorios. Por lo tanto, el problema fundamental que ocupa a la epistemología es el de la relación sujeto-objeto.
Llamemos sujeto al ser cognoscente y objeto a todo proceso o fenómeno sobre el cual el sujeto desarrolla su actividad cognitiva. De este modo, el problema se representa en la relación entre quien conoce y lo que se cognoscible. En esencia, se trata de la naturaleza, e carácter y las propiedades específicas de la relación cognoscitiva, así como de las particularidades de los elementos que intervienen en esta relación. En la virtud, toda producción de conocimiento tiene cuatro elementos:
  • El sujeto que conoce 
  • El objeto conocido 
  • La operación misma de conocer 
  • El resultado obtenido, que es la información recabada acerca del objeto. 
Dicho de otra manera: el sujeto se pone en contacto con el objeto y obtiene información a cerca del mismo. Cuando existe congruencia o adecuación entre el objeto y la representación interna correspondiente decimos que estamos en posesión de una verdad.
En conclusión, Entre el sujeto y el objeto se da una relación de implicación mutua; por una parte, en el proceso de aprehensión que hace el sujeto del objeto, el primero se transforma; es decir, se ve influenciado por las características del objeto; es decir, el objeto determina al sujeto a través de la experiencia. Así, por ejemplo, un libro, como objeto, puede transformar la conciencia del sujeto, cuando éste, de manera intencionada se interesa en su lectura y aprehensión. El sujeto cambió su estado original de conciencia frente al objeto; y éste ha quedado intacto en su esencia. Sin esa relación no podría ser posible el conocimiento, el sujeto siempre persigue desentrañar o develar la "cosa en si" o el misterio que rodea o que es propio del objeto, sea por mera curiosidad, sea para sacar un provecho de dicho objeto.



Existencia entre objeto y representación interna
En todo conocimiento podemos distinguir los siguientes elementos: el sujeto que conoce, el objeto conocido, la operación misma de conocer y el resultado obtenido, que es la información recabada acerca del objeto. Por lo tanto, se puede decir que el conocimiento es la relación que se establece entre un sujeto y un objeto. En esta relación el sujeto capta propiedades o características del objeto y construye una imagen o representación. 
El conocimiento es la relación que se establece cuando el sujeto capta las propiedades del objeto a través de un proceso cognitivo. Esta interacción entre el sujeto, objeto y representación interna del mismo conforman la estructura trimembre del conocimiento. Cabe mencionar que esta interacción siempre se da dentro de un contexto histórico-social-cultural. 
Para que exista el conocimiento se requiere de tres elementos:
  • Sujeto
  • Objeto
  • La relación de ambos elementos (representación interna) 
El sujeto no conoce directamente las cosas sino la información que recibe de ellas. Esta información el sujeto la estructura internamente de acuerdo con su capacidad, y elabora una imagen más o menos fiel de la realidad exterior. En este proceso de captación el objeto permanece inmutable, pero el sujeto se modifica a sí mismo, formando en su interior una representación de los aspectos o notas que le interesaron y que existen en el objeto.Existen dos tipos de representaciones internas, muy diferentes las unas de las otras.
Al primer tipo (representaciones sensibles) les vamos a llamar imágenes. Al segundo (representaciones intelectuales) lo vamos a llamar pensamientos. 
Representaciones sensibles.
Tenemos, pues, las características propias de las representaciones sensibles:
Características de las representaciones sensibles
Se les puede nombrar como “imágenes”.
  • Son captadas por los sentidos.
  • Son el conocimiento sensible.
  • Son singulares, sólo representan a un objeto en particular con características específicas.
  • Se reproducen en la imaginación
  • Representan aspectos accidentales sin importancia
  • La Lógica no las estudia directamente
  • Puede formar el razonamiento por sustitución de imágenes 
Nuestras representaciones sensibles, captadas por cualquiera de los cinco sentidos, constituyen un tesoro de conocimientos. Sin embrago, no son el tema de la Lógica. 
Las representaciones intelectuales. 
Difieren de las sensibles.El hombre es capaz de abarcar todos los seres de la misma especie con un solo pensamiento que los identifica a todos ellos por igual; pero naturalmente, sin tomar en cuenta las características que los distinguen entre sí (como el color, el tamaño, la figura externa), sino sólo aquello que tienen en común (la esencia). 
Lo típico de las representaciones intelectuales es su universalidad, o sea, el hecho de referirse por igual a una serie de objetos que representan alguna característica en común. Mientras que las representaciones sensibles son singulares, las representaciones intelectuales son universales. 
Por ejemplo: me puedo imaginar a mi padre, y la imagen tendrá características bien concretas, sólo aplicables a mi padre. Puedo también pensar en la idea de padre como un “sujeto masculino que engendra a otros de su especie”. Con este pensamiento, que puede ser simultáneo a la imagen singular, me elevo a un terreno universal, que abarca por igual a todos los padres posibles. La ciencia debe su avance a la posibilidad que tiene el hombre para formar pensamientos universales. Las leyes científicas, en efecto, son pensamientos universales. Al químico no le interesa tanto este pedazo de azufre, sino las propiedades de todo azufre. 
Características de las representaciones intelectuales 
  • Se les puede nombrar como “pensamientos” 
  • Se adquieren por la inteligencia 
  • Son el conocimiento intelectual 
  • Son universales, se pueden aplicar a distintos objetos que presentan características similares 
  • Se crean gracias a la inteligencia 
  • Resultan de un trabajo de reflexión previo 
  • Puede formar sustituciones de conceptos, juicios y razonamientos 
  • Son el objeto de estudio de la Lógica 

Ejemplos 
Representación sensible 
Si le muestro a un niño mi reloj de pulsera, el niño lo puede ver y formarse internamente la imagen (o representación sensible) de ese reloj. Igualmente, le muestro un reloj-despertador, y el niño se forma la imagen correspondiente. Lo mismo sucede cuando le muestro un reloj de arena y un reloj de sol.Todos estos relojes tienen una forma muy diferente, y el niño es capaz de captar su correspondiente imagen concreta. El hecho de poseer facultades sensibles, como la vista y el oído, lo capacita para captar representaciones sensibles. 
Representación intelectual 
Prosiguiendo con el mismo ejemplo, notemos que todos esos relojes, con ser tan diferentes externamente, tienen, sin embargo, algo en común, y que nos permite formarnos una nueva representación que los abarque a todos por igual. En efecto, todos esos relojes son “aparatos para medir el tiempo”. Pues bien, cuando pienso en el significado de esta frase entre comillas, tengo en mi mente la representación intelectual del reloj. 
Dicho de otro modo: el hombre es capaz de abarcar todos los seres de la misma especie (como los relojes) con un solo pensamiento que los identifica a todos ellos por igual. Sin pienso en “reloj”, me estoy representando a todos esos aparatos ya descritos; pero naturalmente, sin tomar en cuenta las características que los distinguen entre si (como el color, el tamaño, la figura externa), sino solo aquello que tienen en común (la esencia), como en este caso, el hecho de ser “aparatos para medir el tiempo”.









            
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